Tao

el urbanita

Hoy he visto el espíritu del viento en el remolino de las hojas caídas de otoño.

Desde la ladera de enfrente ha venido a visitarme.

Iluso de mi. Apenas me ha saludado. Ha seguido su recorrido, comunicando, recolocando, aliviando, soltando, avisando de la llegada del invierno.

Un lenguaje sutil que no he sido capaz de entender.

Es curioso el anhelo de tiempos pasados cuando el lenguaje de los espíritus era cotidiano. Era comprensible.

Me dejo acariciar por el sol ausente en los últimos días y por la aire que ahora es la estela del viento pasajero. Me dejo acariciar por el susurro de la tierra que me trae la visita del pastor y sus ovejas.

Parece que a él todavía, le llega el lenguaje y me augura buen tiempo para toda la semana.

Ahora comprendo el mensaje del viento: “ Vuelve a la Tierra