Voy vagando, voy divagando y dentro del laberinto encuentro el sutil roce de la caricia que indica el camino al centro.
Hay una atracción hacia el centro
Recorro las diversas texturas que responden al deslizarse de mi camino.
Hay calor, que enciende pequeños faros.
Hay olores, que estimulan espacios desconocidos.
Hay sabores, que entretienen deleites de memorias.
Hay tactos que estallan en volcanes dormidos.
Y cuando llego al centro del laberinto, encuentro la radiante sonrisa de la luz que me indica un nuevo y vago camino de divagaciones, que me sumergen en el extraordinario e infinito laberinto de sensaciones que eres tu.
Extracto de «Encuentros»
Bakthe