Veo solo el caminar a media altura. Una vidriera de colores me impide ver sus rostros.
Un te y un pincho de toda la vida. Un bar de los de toda una vida. Paredes amarillas de cuando se podía fumar. La foto dice 1952. El camarero… Actual. Hindú o Pakistaní que mi ignorancia no sabe distinguir.
Ya estoy de viaje, caminando con la mente. Empiezo por el pasado como siempre. El entorno ayuda pero no quiero entretenerme en la nostalgia de la fuerza de la juventud pasada.
El futuro pide atención hacia una reflexión de ese proyecto en ciernes.
El presente: un tiempo para el vacío superado por los estímulos que me rodean. Recuerdos y fauna urbana no habitual en mi entorno me llevan al sueño, a la posibilidad de un encuentro nuevo que me sorprenda.
Trato de no juzgar pero la sonrisa me delata. Los que me rodean van tan perdidos como yo. Nuestra ignorancia me divierte . El juego es fascinante. Cada vida creyéndose el centro. Creyendo que el universo ronda alrededor suyo.
Para todos ellos no soy nadie. No soy nada ¿quién soy? ¿qué soy’
Soy mi centro. Solo soy. ¿qué más se puede decir de uno mismo que no sea un cuento?
Baktha. Extracto de “Encuentros”.