Un intento de explicar como se manifiesta el trabajo nocturno. Lo vivo como un proceso que sucede con el trabajo nocturno y los sueños.
Puedo dividir mi proceso con los sueñ os, en dos fases.
– La primera autodidacta, marcada por el diurno donde me dediqué a interpretar sueñ os.- La segunda cuando comencé a practicar el trabajo nocturno con Gabriel, donde la
interpretació n pierde el sentido del diurno que yo le daba y el aprendizaje intuitivo comienza a ordenar y colocar en un contexto existencial lo que antes era inconexo y anecdó tico.
Cuando comienzo el trabajo con Gabriel, comprendo porque cuando trabajaba con la interpretació n, la informació n a veces era confusa y otras muy clara y acertada.
Casi todos los sueñ os que tenıá eran en el nivel humano. En ese entonces no conocıá la posibilidad de dividir los sueñ os en los niveles: terrestres, humanos y celestes.
Sin embargo en esa é poca hubo una informació n clave que me llegó y cambió mi comprensió n o sistema de creencias de la vida y de la muerte.
Hubo una informació n que hoy en dıá creo que pudo haber sido cuando los sueñ os quizá s fueron en el nivel celeste y una informació n que cogió peso, cuerpo y claridad cuando empece con el trabajo nocturno.
La cuestió n es, que en la primera etapa recibı́ informació n sobre otras personas que luego pude contrastar con esas mismas personas como veraz y que no no podıá entender como era posible que yo recibiera esa informació n. Cuando yo les contaba la informació n recibida a travé s de los sueñ os a las personas relacionadas con esa informació n, en varios casos su contestació n fue: “como sabes eso. Nunca se lo he contado a nadie”.
Estas vivencias me llevaron a la certeza de que realmente estamos unidos má s allá de la piel. A sentir que todos somos una unidad. Este sentir que me llegó en contadas ocasiones el diurno lo convirtió en certeza. Y esta certeza me llevó a ver los sueñ os desde la perspectiva de que todos los personajes del sueñ o son uno mismo. Los aciertos con este tipo de interpretació n eran má s abundantes y eso me llevó a creer que la informació n que recibimos en los sueñ os cuando se interpreta desde el punto de vista de que todos los personajes del sueñ o soy siempre uno mismo, me permite aprender de las innumerables facetas de mi ser, ayudá ndome a conocerme a mi mismo .
Todo esto que es una explicació n bastante diurna cobra especial sentido y me resulta muy clariOicador má s adelante, cuando Gabriel añ ade al concepto de “conocerse a si mismo”; el matiz de conocerse a uno mismo conociendo a los demás y no precisamente conociendo su personalidad y su yo adquirido, sino que la manera de conocerse a uno mismo desde el sentir, se hace sintiendo a los demás.
Y no quiero meterme en el lio de sentir el afuera, las cosas y a todos los demás seres, porque queda lejos de mis experiencias y porque ni siquiera tengo integrado en mi vida diaria el vivir desde el sentir. Todo esto que cuento son experiencias que solo ahora empiezo a sentir que me han ido acompañ ando má s de lo que yo he sido consciente durante todos estos añ os de practica.
Todo este proceso que me lleva a creer y sentir a veces que todos somos uno, me coloca en un lugar en el que la interpretació n de los sueñ os no tiene sentido. Un dıá llegue a interpretar el mismo sueñ o de tres maneras diferentes y todas bien coherentes. A partir de ese momento los sueñ os apenas me afectan emocionalmente. Los observo y si no hago el esfuerzo de recordar, los olvido sin darles la má s mıń ima importancia. Incluidos sueñ os tan fuertes como los que sufro un accidente o mis hijos lo sufren. Despué s de interpretar durante varios añ os sueñ os, me doy cuenta de que la mayorıá son en el plano humano y ahı́ no tengo nada que hacer, el proceso va solo. Los dejo pasar y no cambia nada. Cuando alguno se repite o algú n patró n o sensació n se repite, les presto algo de atenció n y si la informació n que descubro es clariOicadora, lo recibo como parte de ese aprendizaje de los diferentes aspectos de mi ser. Un patró n repetitivo puede ser por ejemplo soñ arme luchando o compitiendo en juegos. Sin embargo, ya no los interpreto, bueno mejor dicho, intento no interpretarlos (la fuerza de la costumbre es difıć il de cambiar). Presto atenció n a la claridad. Si la informació n es clara me
fortalece y es entonces cuando le doy importancia a esa interpretació n. Y cuando digo me fortalece no lo digo solo en el sentido de algo mejor o de alimentar mi sistema de creencias, sino en el sentido de cambio. En realidad despué s de muchos añ os creo que los sueñ os solo han generado un cambio en mi personalidad, en mi trayectoria de vida y en mi sistema de creencias. Y esto lo digo porque lo que a veces me ha parecido clariOicador para generar un cambio, con el tiempo resultó no serlo tanto, ya que ese claro sentir no se integro en mi vida má s que mentalmente, siendo solo una parte del puzzle de una comprensió n mayor, distinta o todavıá sin descubrir.
Por todo esto, para concluir podrıá deciros que los sueñ os, incluso las pesadillas son un refugio para mi. Una parte de mi aprendizaje.
Ese ú nico cambio. El para mi má s importante que me han aportado los sueñ os, es una respuesta existencial, generando una certeza racional que no integrada como sentimiento, de que todos somos uno. Al convertirla en certeza se convierte en una respuesta diurna, pero precisamente esta respuesta hace que cuando un sueñ o me conmueve especialmente, se suavice mi reacció n emocional. De alguna manera no tan racional, la sensació n de esa certeza me acompañ a, ya que yo no elijo, no emocionarme apenas con los sueñ os y vivirlos como un observador al que ni le va ni le viene. Como si estuviera viendo una pelıć ula que a la vez que no es real está basada en hechos reales. La respuesta existencial que me ha llegado a travé s de mi experiencia con los sueñ os es que no tengo ninguna duda de que la muerte no es el Oinal, sino un cambio. No sé hacia que cambio y no puedo explicar el porque de esta certeza porque es un sentir que he tratado de explicar con este proceso vivido con los sueñ os y el dormir, que me ayuda cuando las dudas y los miedos me visitan frecuentemente.
Tambié n hay otra cosa importante a recalcar en este proceso. En ningú n momento hubo una bú squeda de respuestas o experiencias. las experiencias han sido fruto de la curiosidad en el proceso de la pregunta: “¿ Qué está pasando? ¿Qué sucede en los sueñ os? Y las respuestas casi nunca llegaron durante la prá ctica. Podrıá decir, haciendo un esfuerzo de recordar que la mayorıá de las respuestas y comprensiones me han llegado curiosamente, conduciendo.
Esta no bú squeda fue en su dıá la que me hizo conectar inmediatamente con la propuesta de la escuela, desde el primer dıá que conocı́ a Gabriel. El no sé y practicar sin saber, sin para qué , ni por qué de la escuela son el mejor y má s descansado motor que me he encontrado a lo largo de los añ os. Es de alguna manera el mismo motor de respeto a uno mismo, a los demá s y al universo que entiendo está presente en el poema de Joxan Artze, qué es a su vez el talismá n de nuestra casa: Sorabile.
“Izan zakizkit ate, maite.
Izan nakizun bide”.