2. ¿En qué se basa fundamentalmente el Chi kung?
En aprender a sentir y manejar la energía.
Todo es energía y mediante los 5 sentidos hemos aprendido a gestionar esa energía. El chi kung te lleva a abrirte a un cambio de percepción más allá de los 5 sentidos ordinarios para enfocarte en una percepción sutil que se traduce en ver y sentir los diferentes campos energéticos:
– Un campo energético interno qué recorre todo el sistema de meridanos dentro del cuerpo, que se percibe al principio, más suave que una caricia, pero que con una práctica constante, puede ser clara como una corriente eléctrica.
– Un campo energético externo equiparable a lo que en otras áreas se llama Aura que se puede ver con la vista, en un ejercicio de ver sin ver, como suelen decir los taoístas.
– El campo energético universal que nos rodea invisible, en donde se materializan los campos individuales y solo experimentable o medible por su operatividad.
Se cultiva y se maneja desde la intuición fundamentalmente. La única manera de saber si uno está manejando, moviendo o canalizando energía es cuando sucede un cambio tangible, sino en un tanto por ciento muy elevado, sólo se está imaginando y es como imaginar que se está comiendo. Puedo apaciguar mi hambre pero no me estoy alimentando.
El Chi kung como arte que estudia la energía puede hacer de puente entre lo emocional, sicológico, espiritual y físico que aún siendo energía también, vibran en planos diferentes.
Un movimiento energético siempre produce un cambio, otra cosa es que seamos conscientes de ese cambio. El Chi kung nos entrena y enseña a cultivar esa conciencia.